Podemos definir una válvula solenoide como un dispositivo diseñado para controlar el flujo de líquidos o gases, que es eléctrico o puede instalarse en ubicaciones remotas o inaccesibles o en condiciones de trabajo difíciles. Estas válvulas pueden controlarse usando un simple termostato, flotador, baja presión, alto voltaje, interruptor de reloj o cualquier otro dispositivo para abrir o cerrar el circuito.
Las válvulas solenoides se pueden usar para controlar el flujo de varios tipos de fluidos, por lo que debemos prestar especial atención a la presión y temperatura que la válvula debe soportar, las temperaturas involucradas, la viscosidad del fluido y la resistencia de su material. Sobre el tipo de fluido y su corrosividad.
Principios de operacion
El solenoide consta de dos partes de actuación diferentes pero complementarias: el cuerpo y el solenoide ubicado dentro de la bobina eléctrica, es decir, el término «solenoide» no designa un solenoide. La válvula en sí, pero está montada en la bobina sobre ella. Cuando la bobina se electrifica, se crea una fuerza magnética fuerte (a través de la acción de un solenoide) en la bobina, que atrae un émbolo de acero electromagnético ubicado en el centro de la bobina. La parte inferior del émbolo está conectada a una aguja o varilla en el cuerpo que cierra o abre el tubo a través del cual fluye el fluido. La aspiradora tiene una superficie de sellado (asiento) que se puede cerrar de forma segura.